Coplas de la Orilla
Rasguido Doble
Letra y Música: Carlos José Pino Ramón Merlo Roque Nosetto
En copla voy floreciendo
y en coplas les cantaré
florezco como el aromo
porque soy de Santa Fe
yo he recorrido estas tierras
orillando el Paraná
donde amanecen los ceibos
besando el jacarandá.
Estribillo
Qué linda que es mi tierra!
provincia de Santa Fe
yo habré de seguir cantando
y cantando moriré.
Sólo tengo por fortuna
mi guitarra y mi cantar
pero me sobra coraje
para cantar y soñar
le ando cuerpeando el silencio
de este modo de existir
el río parece manso
yo sé bien que no es así.
Estribillo
La vida se me hace dura
cuando no alcanza el jornal
me consuela la riqueza
de la flor del litoral
en el medio del camino
no me voy a empantanar
nunca falta un compañero
que esté dispuesto a empujar
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Del Revés por Sobre el Codo
A. Merlo - A. Alvarez
Señores yo soy sureño
por eso canto milongas
sin que nadie lo disponga
porque yo no tengo dueño
Mi fortuna está en mi sueño
mi canto es una guitarra
tengo en el pecho una garra
que es un león que se abalanza
y mi vida es una lanza
con un cantar por moarra
Yo canto a los cuatro vientos
porque no tengo fronteras
el corral me desespera
porque castra al sentimiento
voy cantando lo que siento
y el que quiera que me escuche
no hay calcuta que no luche
pues para eso está entrenao
y el que tenga un entripao
tiemple fuerte y desenbuche
No crean que son brabatas
ni se den por provocao
pero donde yo he pisao
quedo la huella e¹ mi pata
el canto se me desata
como llego a la matrera
siempre fiel a su manera
vuela libre y oregano
que no se ha inventao la mano
que le ponga una tranquera
Allí donde aiga un asao
donde aiga una jineteada
donde este la paisanada
refirmando lo pasao
allí estará mi encordao
siempre firme en el repecho
porque me asiste el derecho
de todo criollo que canta
de vertir por la garganta
lo que le bulle en el pecho
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Desagradecida
Autores: A. Cabral Merlo
Argentino Ledesma
Un mañana fría
vi junto a mi ventana
a una paloma helada,
herida por el dolor.
La tuve entre mis brazos,
también cerré su herida,
pero la ingrata un día se fue
sin decirme adiós;
igual que esa paloma, tabién
llegaste hasta mi nido;
te vi sin esperanzas, sin fe
y tan entristecida.
Yo te brindé cariño,
te di mi vida entera;
borré tus amarguras
y compartí tus penas;
después, al poco tiempo,
noté que ya no me querías,
mi amor,
y hasta me demostraba tu amor
que a mí me entristecía;
volaste de mi nido
sin una despedida
igual que esa paloma desagradecida.
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Desamorada
Autor: A. Cabral Merlo
Argentino Ledesma
Un día me ofreciste el paraíso
y a él yo me entregue din desconfianza;
después tu daño todo lo deshizo,
murieron mis pobres esperanzas.
Yo supe las noches de martirio
vertiendo tantas lágrimas amargas,
preguntándole a Dios en mis delirios
por qué no puso en ese pecho un alma.
Cuando te conocí,
tus labios me daban dulzura de miel;
poco después,
veneno aquí ne mi boca,
y ahora arrepentida, ya ves,
pides clemencia.
Yo pido que me dejes en paz con mi existencia;
te di mi corazón, mis sueños;
más pudo la vida también
y me quedé sin fe por tus mentiras.
Del cielo me llevaste al fin de los tormentos
y estoy crucificado por tanto sufrimiento;
no quiero tu cariño, de ti no quiero nada,
por eso no te quiero por ser desamorada.
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El Rancho
C. M. Servetti- A.Merlo
Tengo un rancho de totora
ataperao por el tiempo
tirao a un lao de la güeya
que lleva a Carmen de Areco
Son de adobe las paredes
de adobe son los cimientos
de tala son los horcones
y las cumbreras del techo
y pa que no me robe
el viento de los recuerdos
lo afirmé con cuatro cigras
con estilos y con cielos
y como no tuve paja
pa terminarle el alero
y me faltó entre otras cosas
las ganas de hacerlo y tiempo
cacé un puñao de ilusiones
me agencié de algunos sueños
los mesturé con suspiros
y se los puse de alero.
Ansí levanté mi rancho
ansí lo puse derecho
a un costao de la güeya
que lleva a Carmen de Areco
En él no me falta nada
aunque no me sobre un cuero
tengo un buen horno, un fogón
y catre pa dos tengo hecho
porque nunca me ha faltao
a quien arrimar los huesos
privilegio de los zonzos
que somos cortos de genio
Varias cabezas de vaca
tengo pa hacerme de asiento
y en las paredes cencerros
lazos, bolas y cabrestos
encimeras y peguales
forman tuito el hornamento
Y en una esquina dormida
hasta que no la despierto
tengo una gaucha guitarra
que es pavada de instrumento
Ni bien le pego un rasguido
parece que tiene adentro
cien azorzales encerrados
que se dispiertan riyendo
y que juyen por sus notas
cara al sol y pecho al viento
De cuando en cuando uno de ellos
se para en el clavijero
pa leer la cinta bordada
que una morocha le ha puesto
y dice Dolores Funes
a quien me ha robao el sueño
Todo eso tengo en mi rancho
y algo más que no me acuerdo
en él son bien recibidos
amigos y forasteros
los primeros por ser tales
los segundos por aquello
de que en el rancho de un criollo
a naide le falta un cuero
en que tirarse una noche
ni un pedazo de asao tierno
ni un gollete a que prenderse
si no mezquina al garguero
Si pasa por él, amigo,
apéese sin recelo
va a entrar al rancho de un crillo
mas servicial que un yesquero
es un rancho pobretón
pero adentro hay un entero
Lo hallará a un lao de la güeya
que lleva a Carmen de Areco.
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El Rancho de Ramón Merlo
Chamamé
Letra: Reina Bermúdez
Música: Ramón Merlo
Del alero nace el canto
como el trino de zorzal
de la cumbrera los sones
de acordeón y Mbaracá.
En el mensaje sincero
para todo el litoral
el rancho de Ramon Merlo
estandarte regional...
Con su mensaje sonoro
llega al alma de los pueblos
y se transformó en tesoro
el rancho de Ramón Merlo.
Todos lo esperan y escuchan
como un abrazo de hermano
que engarzado a un chamamé
es sapucay soberano.
Voz amiga que en el aire
lleva abrazo fraternal
y esparce a los cuatro vientos
su mensaje musical.
Al compás de la acordeona
con ritmo de chamamé
el rancho de Ramón Merlo
tiene alma avaá-neé...
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Hasta tu Rancho
A. Merlo - O.Andino Alvarez
Temprano traigo el moro
desde el potrero
y le repaso el tuce
con gran esmero
Parece que supiera
que voy a verte
y al ponerlo los cueros
relincha juerte
A la güeya, a la güeya
dame la mano
para estar a tu lado
nunca es temprano.
A la güeya a la güeya
dame los dedos
en cuanto digas aura
aquí me quedo.
El cielo está sin nubes,
el campo es ancho
y esta güeya me lleva
hasta tu rancho
Levanto de pasada
en la laguna
un brillo que olvidado
dejó la luna.
Un chingolito criollo
le dice al viento
que avise allá en tu rancho
que voy viniendo
A la güeya..
El cielo está sin nubes
el campo es ancho
y esta güeya termina
frente a tu rancho
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Mal Tiempo
(Triunfo)
Uzal y Merlo
Una nube encaptada
le hace a la comba un recorte
Mientras del lado del norte
bosteza la madrugada
Retumba un trueno y auyenta
a una bandada de teros.
Y alborotan los horneros
presagiando la tormenta.
De gris se ha pintado el cielo
la lluvia regando el suelo
le da alivio a los sembrados
a derecha un refucilo
y el viento toca un estilo
que gimen los alambrados.
Ya se largo el temporal
sin darse tregua un momento
Y en su atropellada el viento
lo hace crugir al sauzal
El agua en los cañadones
rebosan las palanganas
Y hacen barullo las ranas
molestando a los silbones
El viento gimiendo afuera
que se abre una puerta
para ganarse en las casas
y la gente en los galpones
estan velando capones
en resplandores de brasas.
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Mensual de Campo
A.Merlo - P.Etchebarne
En qué potrero lejano
se prolongará su marcha
abajo dureza de marcha
o trebolar de verano
tras qué ternero orejano
o rastro de yeguarizo
en el pangaré mestiuzo
o el malacara lunanco
irá recorriendo al tranco
el horizonte rojizo
Lo enlutaba la gorilla
y el sombrero con ribete
y andaba siempre paquete
de botas de cabritilla
solo adornaba una hebilla
su ciento de cuero crudo
era fuerte, corajudo
y serio como un facón
de poca conversación
pero atento en el saludo
Debajo del cojinillo
acostumbrara llevar
la cuchilla de cueriar
de corvo cabo amarillo
tenía
tenía un recao sencillo
corto a la usanza surera
y al borde de la encimera
la california tocaba
con ruido seco de aldaba
la llave torniquetera
Con parecido reflejo
al de su sonrisa fgranca
la cinta de lona blanca
listaba el apero viejo
tusaba liso y parejo
dejando un martillo bajo
y usó para su trabajo
con escondida jactancia
en vez de los de la estancia
los dos caballos que trajo
Uno liviano y ligero
el pangaré ya nombrao
tenía paso cortao
y laya de parejero
arroyllado, coscojero
y pronto para montar
aunque manso en el andar
cualquier madrugada fría
en un arranque podía
rastrarse a corcoviar
la estampa del malacara
salvo el anca defectuosa
era bruñida y vistosa
del lomo a la frente clara
reciedumbre de tacuara
que en cada nudo luce
ancho y renegrido el tuce
y brasa encendida el pelo
como si tal cosa al cruce
tumbaba una vaca al suelo
Hombre y caballo parecen
unirse en una figura
sobre la larga llanura
por donde desaparecen
y entre vislumbres que mecen
su incertidumbre en un giro
aun imagino que miro
su porte cuando se fue
montao en el pangaré
y el malacara de tiro.
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Peón de Fierro
L. D. Berho - A. Merlo
Te veo como hace mucho
molino rodeao de quino
y a tu música mezquina
me parece que escucho
el recuerdo es un maturho
al que hoy le suelto rienda
y en el potrero no hay senda
que no conduzca a vos
porque siempre triste sos
el boliche de la hacienda
Te veo en esas mañanas
y que el aire no se queda
parece que tu huella
diera vuelta con más ganas
o en las tardes alazanas
que del cerro bañas el lomo
cuando en un tímido asomo
de tu espejo de agua clara
se iban a mirar la cara
las hijas del mayordomo
Queriendo matar la sed
en algún día sereno
después de aflojarte el freno
por un vientito rogué
cuantas veces me bañé
en tu líquido profundo
y pa gozar sin segundo
esperé que anocheciese
pa que ninguno me viese
como Dios me ha echao al mundo
Una tarde te rompiste
después que salió el solaso
bajó el flotante su brazo
la cosa se puso triste
un insulto recibiste
como si el culpable fueras
de las quejas lastimeras
que se oyeron con balidos
manotones y mujidos
cuatro jornadas enteras.
Después volvió la alegría
en un despacioso arranque
volviste a llenar el tanque
y a trabajar noche y día
volvió a salir a porfía
un torrente de tu caño
hizo sobre el travesaño
el hornerito su casa
y volviste a pedir grasa
con un alarido extraño
Me hacés acordar al peón viejo
pero voluntario
que trabaja sin horario
por un sueldito pobrón
por eso en esta ocasión
después de andar por la vida
vuelvo a vos de recorrida
el corazón fatigao
como el pecho colorao
al charco de tu bebida.
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Pión de Fierro
Te veo como hace mucho
molino rodiao de quinua
y a tu música continua
me parece que la escucho
El recuerdo es un matucho
al que hoy le suelto la rienda
y en el potrero no hay senda
que no conduzca hasta vos
porque siempre juiste y sos
el boliche de la hacienda
Te veo en esas mañanas
en que el aire no se queda
y parece que tu rueda
diera güelta con más ganas
o en las tardes alazanas
que al cerro bañan el lomo
cuando en un tímido asomo
y en tu espejo de agua clara
se iban a mirar la cara
las hijas del mayordomo.
Queriendo matar la sed
en algún día sereno
después de aflojarte el freno
por un vientito rogué
Cuántas veces me bañé
en tu líquido profundo
y pa´ gozar sin segundo
esperé que anocheciese
pa´ que ninguno me viese
como Dios me trajo al mundo
Una güelta te rompiste
y cuando bajó del solazo
bajó el flotante su brazo
la cosa se puso triste
Un insulto recibiste
como si el culpable fueras
de las quejas lastimeras
que se oyeron con balidos
manotones y mujidos
cuatro jornadas enteras.
Después volvió la alegría
con un despacioso arranque
volviste a llenar el tanque
y a trabajar noche y día
Volvió a salir a porfía
un torrente de tu caño
hizo sobre un travesaño
el hornerito su casa
y otra vez pediste grasa
con un alarido extraño.
Me haces acordar al pión
viejo, pero voluntario
que trabaja sin horario
por un sueldito pobrón
Por eso, con emoción
después de andar por la vida
vuelve a vos de recorrida
el corazón fatigado
como el pecho colorado
al charco de tu bebida
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Pico a Pico
Milonga
Letra y música: Carlos Loray y Alberto Merlo
En el último potrero
de la Estancia La Amarilla
estaba Juan Cabanilla
cambiando un torniquetero;
cuando al grito de los toros
bordeando al tranco el camino
en un lobuno barcino
ven{ia Clarito Esquivel
puestero tambi{en como él
pero del campo vecino
Como viejos conocidos
se saludaron atentos
y con camperos acentos
entraron a hablar tupido
de los casos conocidos
de toros y pariciones
de padrillos y galpones
de cosas sin importancia
de los trabajos en la estancia
y el trato de los patrones
Hablaron de las cosechar
de semillas importandas
de las duras tratoreadas
y de las melgas derechas
de lo bien que se aprovecha
El campo con los boyeros
de molinos, bebedereos
de tanques y terraplenes
de las yerras que se vienen
de lazos y de terneros
Hablaron de tiempos duros
del precio del almacén
y de la muerte recién
de la esposa´e Don Arturo
de los chicos y el apuro
porque comienza la escuela
del susto de doña Nela
cuando al cruzar las vía
le echó viento el otro día
el tren que va pa Cañuelas
Hablaron casi a la risas
con maliciosa jarana
del pobre Chueco Maidana
que lo dejo la Petisa
del platal que se precisa
pa faturar este invierno
de los cochazos modernos
que cambia el hijo el patrón
del último ventarrón
y del rumbo del gobierno
Hablaron tanto y surtido
hasta que el buche molesto
les recordó que en el peusto
está el puchero servido
apuraron un destino
como quien hjizo ago malo
Y a lo peludo ´ e regalo
cayeron justo a comer
Clarito sin recorrer
y Juan sin cambiar el palo.
=============================
Pico a Pico
Milonga
Letra y música: Carlos Loray y Alberto Merlo
En el último potrero
de la estancia La Amarilla
estaba Juan Cabanilla
cambiando un torniquetero,
cuando al grito de los teros
medio bordeando el camino
en un lobuno barcino
venía Clarito Esquivel
puestero también como él,
pero del campo vecino.
Como viejos conocidos
se saludaron atento
y en camperazo acento
entraron a hablar tupido,
de los casos conocidos,
de toros, de apariciones,
de padrillos, de galpones,
de cosas sin importancia,
del trabajo de la estancia
y el trato de los patrones.
Hablaron de las cosechas,
de semillas importadas,
de las grandes tractoreadas
y... de las melgas derechas.
De lo bien que se aprovecha
el campo con los boyeros,
de molinos, bebederos,
caminos y terraplenes,
de la yerras que se vienen,
de lazos y de terneros.
Hablaron de tiempos duros,
del precio del almacén,
y de la muerte también
de la esposa de Don Arturo.
De los chicos, y el apuro
Pa¹ mandarlos a la escuela,
del julepe de doña Nela
cuando al cruzar las vías
le echó viento el otro día
el tren que va pa¹ Cañuelas.
Hablaron cuasi a las risas
con maliciosa jarana
del pobre chueco Maidana
que lo dejó la petisa,
del platal que se precisa
pa¹ facturar este invierno,
de los cochazos modernos
que cambia el hijo del patrón,
del último ventarrón
y del rumbo del gobierno.
Hablaron tanto y tupido
hasta que el buche molesto,
le hizo acordar que en el puesto
está el puchero servido.
Apuraron un despido
como quien hace algo malo
y a lo peludo e¹ regalo
cayeron justo a comer,
Clarito sin recorrer
y Juan sin cambiar el palo.
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Rincón de López
A. Merlo- O. A. Alvarez
Donde muere el Salado
rincón de López
lo nombre, rincón de López
Retumbar de los pampas
grito y galope
escuchen, grito y galope
Allí etstá don Clemente
López Osonio
lo nombro, López Osonio
Peleando entre sus gauchos
hombro con hombro
escuchen, hombro con hombro
El sable y la tacuara
no están de adorno
en lo de López Osonio
El indio es como un viento
cuando enderieza
la pucha cuando enderieza
Y el gaucho por coraza
usa guapeza
aijuna, si usa guapeza
Ese rincón pa´l indio
es una valla
la pucha si es una valla
No se le oye un gemido
pelea y calla
aijuna, pelea y calla
Acerquensé crinudos
pisen la raya
aijuna pisen la raya.
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Tu Jazmín en Flor
Chamamé
Letra: Teresa Parodi
Música: Monchito Merlo
Una herida azul tiene el cielo aquel
justo en el umbral del atardecer
tu jazmín en flor, madre, debe estar
y a sus pies yo sé que me esperará.
Te recuerdo así, nido, luz, trigal,
madre con dolor aprendí a volar,
pero no olvidé que te prometí,
a pesar de todo, seguir.
Estribillo
Por el caserón, leve como un ave
madre sé que irás,
luminoso el vuelo de tu delantal
desplegando al aire el aroma del pan.
Así te recuerdo, puro manantial,
pero siempre fuerte como ñandubai,
mi canción de lejos te sabrá nombrar
no tardes dijiste, no tardo mamá.
Florecí mamá como tu jazmín,
en los hijos siempre se vuelve a partir,
pero el que se va busca regresar
igual que el gorrión al nidal.
Estribillo
Así te recuerdo puro manantial
pero siempre fuerte como ñandubai
mi canción de lejos te sabrá nombrar
no tardes dijiste, no tardo mamá.
Me verás volver cuando mi canción
pueda andar sin mí,
quiero verte allí,
mi canción jamás traicionó tu fe,
ni la libertad, ni el amor ya ves.
Una herida azul tiene el cielo aquel
justo en el umbral del atardecer
tu jazmín en flor, madre debe estar
y a sus pies su amor, esperándome.
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Un Peón... Golondrina
V. A. Gimenez - A. Merlo
Llegó a la estancia de paso
pa¹l tiempo de las esquilas
y alargó su permanencia
por causa de que llovía,
en la esquina de un galpón
l¹ hizo tabique una estiba,
tendió el catre y de un alambre
colgó sus escasas pilchas,
y al no encerrar la majada
y andar de gusto esos días
pa¹ no pasarla aburrido
ayudó... en lo que podía,
que juntar marlos pa¹ l fuego,
arreglar unas bebidas,
cortar lonjas, sacar tientos,
desgranar pa¹ las gallinas...
y cuando compuso el tiempo
y terminó con la esquila
se quebró un peón,
pa¹ reemplazarlo unos días,
despúes en la mesma estancia
otras changas que salían...
del galpón, pasó a las piezas
que pa¹ los peones había.
Y como el tiempo se escapa
y se amontonan los días
ya van como veinte años
que aquel Segundo Molina
es un hombre para un patrón
ya no es más peón golondrina.
Pero, el asunto ha cambiao
en estos últimos días
ya que a llegaó a la estancia
un juez, con un polecía
pa¹ anoticiarlo al patrón
de un parte que le traían:
que en su campo trabajaba
un tal... Segundo Molina
pa¹ la patria... desertor
cuando llamó la Marina,
al enterarse el patrón
- riyendose... todavía -
pensando una confusión
dentró a escuchar que decían,
y la verdad era cierto,
aunque ni el peón lo sabía...
¡ había pasao mucho tiempo
del sorteo y la milicia !.
Pero el juez insistió
completando su teoría:
¡ Por no servir a la patria
es un desertor... Molina !.
Esas palabras cayeron
pa¹ l patrón, como agua fría
y levantando la voz
dentró a sangrar por la herida...
¿ Como... que no ha servido a la patria
mi pión... Segundo Molina... ?
¡ Podrá o no ser desertor
d¹ eso no ando con porfías...
pero que sirvió a la patria
doy fé y me juego la vida...
Porque hace más de veinte años
sin aflojarle ni un día
con en el arao, de a caballo,
sin conocer la fatiga,
lidiando con toros bravos,
haciendo crecer la estiba,
recorriendo los potreros
pa¹ l tiempo de las paridas...
¿ O solo sirve a la patria
aquel que va a la milicia... ?
Vaya nomás que enseguida
me cambio y salgo pa¹ l pueblo
a ver la papelería
y buscar un abogao
que lo defienda a Molina...
El peón, que estaba escuchando
sin decir, la boca es mía
salió al tranquito y pensando
en las cosas de la vida,
el que siempre iba alegando
que a llorar no aprendería...
con la cabeza agachada
se metió pa¹ la cocina...
Y le mojaron sus ojos
el puño de la camisa...
Mientras seguía escuchando
lo que¹ l patrón... repetía:
¡ Con qué... no ha servido a la patria
mi peón... Segundo Molina ! ...
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